Las construcciones de mampostería de piedra seca forman parte del paisaje y del patrimonio histórico de Colmenar Viejo desde hace siglos, especialmente a partir del siglo XVIII con la introducción de la ganadería en la zona, enmarcando un bello paisaje histórico en nuestra dehesa, en las divisiones entre fincas y en sus lindes con los caminos.
En 2003, la UNESCO valoró las técnicas constructivas de muros en piedra seca, aprobando su salvaguarda como Patrimonio Cultural Inmaterial, considerando la necesidad de tomar medidas tales como la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos.
En 2014, el Ayuntamiento de Colmenar Viejo se unió al “Proyecto europeo de investigación Hércules”, que se centraba en “aumentar el conocimiento sobre las dinámicas y los valores del paisaje europeo y proponer estrategias para su protección y gestión”. Tras 3 años de estudio, se elaboró un informe que establecía que “Colmenar Viejo podría convertirse en un referente en la gestión sostenible e integral de su paisaje y en un precursor de la implantación del Convenio Europeo del paisaje en la Comunidad de Madrid”. Pese a ello, el Ayuntamiento no llevó a cabo ninguna gestión, por ejemplo, alcanzando acuerdos con los propietarios de las explotaciones agropecuarias, o que llevaran a considerar efectivamente los muros de piedra seca como elemento patrimonial de nuestra identidad paisajística, tampoco hizo nada para poner en marcha todos los mecanismos necesarios para cumplir la Ley 42/2007, de 13 de abril, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, y ya han pasado ocho años.
Ocho años en losl que la degradación del paisaje ha ido en aumento. No hay más que darse un paseo por los alrededores del municipio para comprobarlo: piedras desprendidas de las tapias que no se reponen o somieres, alambradas oxidadas, viejas puertas, tablones, chapas, etcétera, sustituyendo a las piedras caídas. Los casos más graves se dan en aquellas fincas en las que no se ha respetado la técnica de piedra seca y se ha sustituido por otro tipo de cerramiento utilizando mortero de cemento, incluso instalando vallas metálicas sobre las tapias de piedra.
Ganemos plantea la necesidad de que el Ayuntamiento de Colmenar se encargue de mantener los muros de piedra seca de cerramientos de fincas y caminos públicos, así como de conseguir que se conserve e incentive este tipo de muros en fincas y explotaciones privadas.