Ganemos Colmenar no se quiere quedar a la zaga en la carrera emprendida por las distintas formaciones políticas para llenar Colmenar Viejo de obras faraónicas, y foco del turismo internacional.
La propuesta consiste en la construcción de una réplica de una de las famosas pirámides de Egipto en el municipio. La idea lleva meses gestándose y se ha consultado con distintos expertos que consideran la Dehesa de Navalvillar como la ubicación más apropiada, ya que está prácticamente sin urbanizar.
Fuentes de la coalición señalan que la mejor manera de afrontar el pago de la sentencia de El Tagarral es realizar grandes inversiones que tengan un rápido retorno económico y generen ingresos en las arcas municipales.
Esta “Pirámide de Navalvillar”, contaría con una réplica de la Esfinge de Guiza para dar más empaque al nuevo conjunto monumental. Se trata de una instalación polivalente que atraerá a muchos visitantes a nuestro municipio, con la riqueza y puestos de trabajo que ello genera, para disfrutar del bello entorno, y de la impresionante imagen de la pirámide, con el Pico de San Pedro de fondo.
Para mejor disfrute se plantea que la cúspide de la pirámide sea transparente y que los turistas que la visiten puedan ver todo el entorno de Colmenar Viejo desde una altura considerable, que seguro que no deja indiferente a nadie.
Dada la gran superficie de la instalación en diferentes niveles, la “Pirámide de Navalvillar” podría albergar muchas y diferentes actividades: la planta baja reservada para conciertos multitudinarios y una pista deportiva para competiciones de primer nivel; más arriba varias salas de cine; y en las plantas superiores una discoteca con diferentes espacios y ambientes, a gusto de todos los visitantes. También habría espacio suficiente para instalar un mercado gourmet que haga las delicias de los visitantes.
Uno de los problemas que se vislumbran a la hora de poner en marcha el complejo es la falta de especialización del personal municipal en la gestión de pirámides. Por eso, Ganemos Colmenar ha reservado plazas en un curso de formación de seis meses en El Cairo para los guardas de la Dehesa, así como para su perra Casta.
En cuanto a la accesibilidad, aunque habría que incorporar alguna ruta de transporte público, quien desee ir en vehículo privado no tendría problema para aparcar, dada la gran extensión de la Dehesa.