Desde 2014 los locales de juego y apuestas han crecido un 140% en la Comunidad de Madrid, particularmente en las arterias comerciales y en todos los barrios y poblaciones de la Comunidad. Según un informe de la Dirección General de Ordenación del Juego, el cliente potencial ha cambiado en el transcurso de los años, algo que las empresas del juego conocen perfectamente. Actualmente el cliente tipo es el de un varón de entre 18 y 43 años con necesidad de conseguir dinero rápido. Ello explica la expansión, particularmente de las casas de apuestas deportivas, que han logrado alcanzar una gran popularidad entre la juventud gracias a los patrocinios de equipos de fútbol y publicidad en medios de comunicación. El estudio de “Percepción social sobre el juego de azar en España”, del Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III de Madrid, concluye que las apuestas deportivas atraen especialmente a jóvenes de entre 18 y 24 años.
Colmenar Viejo no ha sido ajeno a la proliferación de este tipo de negocios. Podemos ver la mayoría de ellos en el entorno de la calle Real y la Plaza del Pueblo, a escasa distancia unos de otros, además de en zonas comerciales.
Por lo general, el riesgo que entraña el juego pasa desapercibido, atrayendo a clientes muy jóvenes desconocedores de estar realizando una actividad que, si no se practica con responsabilidad, puede llegar a desembocar en una adicción. Que el jugador patológico medio se encuentre en 25 años es la constatación de esta realidad.
La proliferación de las casas de apuesta, además, no repercute de ningún modo en la activación de la economía local, sino todo lo contrario. No genera prácticamente empleo, ya que los dispositivos electrónicos de juego son prácticamente autónomos. Además, retrae la capacidad económica de las familias y fomenta una actividad como las apuestas que, principalmente en su aplicación online, no genera apenas ingresos tributarios al Estado, pues sitúan sus sedes fiscales fuera de nuestro país. Por otro lado, las casas de apuestas también perjudican gravemente el negocio local hostelero debido a una agresiva competencia desleal, con unos precios muy bajos, con el objetivo exclusivo de atraer clientes, ya que el beneficio no reside en el servicio hostelero, sino en la actividad de apuestas.
En 1992 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocía la ludopatía como un trastorno, y la incluía en su Clasificación Internacional de Enfermedades. La gran mayoría de psiquiatras de España identifican la ludopatía como un trastorno de control del impulso. Numerosos ensayos clínicos demuestran que se trata de una condición que afecta gravemente no sólo al individuo, sino a todo su entorno familiar, laboral, y de amistades, con consecuencias económicas y emocionales que sobrepasan al propio enfermo.
Es importante que la Administración asuma con determinación una situación que puede desembocar en un problema social de envergadura. Los Ayuntamientos tienen una gran responsabilidad a la hora de incorporar mecanismos que protejan a la población más vulnerable y garanticen el bienestar del conjunto de los vecinos.
Por todos estos motivos, el Grupo Municipal de GANEMOS COLMENAR PROPONE que se adopte los siguientes ACUERDOS:
PRIMERO: Que el Ayuntamiento de Colmenar Viejo elabore una campaña de sensibilización sobre los riesgos del uso irresponsable de las apuestas y juegos de azar.
SEGUNDO: Que se estudie la posibilidad de limitar el aumento descontrolado de los locales de juego en el municipio.